En los próximos años viviremos una importante revolución energética gracias a las energías renovables. Estas pasarán de ser una anécdota o una herramienta publicitaria, a una forma de ahorro y reducción de emisiones sin comparación.
El sector industrial es uno de los que más está apostando por este cambio. Como ejemplo los planes de gigantes como IBM o Ikea de alimentar sus actividades con energía 100% renovable. Un plan que en ambos casos tiene una fecha común, 2020.
Una de las claves de esta apuesta como decimos no es la ambiental o la publicitaria. Es económica. Desde 2008 el precio del kWh procedente de fuentes limpias ha bajado un 50%. Un descenso que no tiene vistas de parada y que supondrá un acceso a la energía más económica, y por lo tanto mayor competitividad en un sector donde la competencia es muy elevada.
Es por eso que tanto Ikea, como otros gigantes industriales como Google o Starbucks, han firmado el acuerdo RE100 campaign. Un memorando que pretende sentar las bases para una transición ordenada hacia formas de generación eléctrica más sostenibles.
Según la página de RE100 "El objetivo es que las empresas que participan en RE 100 pueden dar pasos de cara a consumir sólo energías renovables, ya sea con la compra de créditos de energía renovable, como la contratación de un suministro que tenga garantía de procedencia renovable".
Pero algunos miembros han optado por soluciones no del todo limpias, como es la generación procedente de la biomasa. Según esta iniciativa, la biomasa puede tener su espacio, siempre y cuando esté desconectada de la quema de carbón y no relacionada con la deforestación. Además estas plantas no deberán tener más de 10 años, como una forma de asegurar su eficiencia.
Pero sin duda el paso más interesante será en que permitirá a las empresas convertirse en sus propios productores conectándose a granjas solares o parques eólicos directamente, sin la intermediación de las compañías eléctricas. Otra forma de reducir emisiones, pero también de reducir todavía más los costes operativos.
Como ejemplo de este tipo de proyectos tenemos la instalación realizada por el fabricante de dulces Mars. Estos en colaboración con Sumimoto han levantado un parque de turbinas eólicas de 200 MW. Suficientes para cubrir la demanda de todas sus fábricas en Estados Unidos, o el 25% de las necesidades de todas sus fábricas en el mundo.
Un ejemplo que cada día será más habitual.
Vía | The Guardian
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