En los últimos años hemos visto como la producción de placas solares emigraba de occidente a oriente. La mano de obra y las enormes líneas de producción chinas han terminado con una buena parte de las fábricas europeas y norteamericanas.
Pero no está todo perdido. Hay algunas iniciativas que quieren lograr recuperar esa actividad para nuestros mercados. Es el caso de la norteamericana Siva Power.
Esta semana Siva, con base en California, ha logrado una inyección de 10 millones de dólares que le permitirá poner en marcha una línea de producción experimental. Esta fabricará un tipo de panel fotovoltaico plano (FPD) que usará cristal como sustrato en lugar de silicio.
De esta forma según explican los responsables de Siva Power, se logra una producción con un material ya procesado, y además se añade la mayor facilidad para la manipulación de las obleas de cristas respecto a las delicadas placas de silicio. Algo que además permitirá escalar más fácilmente la producción, con el consiguiente ahorro de costes.
El módulo de producción de Siva llegará a los 300 MW, 10 veces la capacidad de una línea de paneles con silicio clásicos. Una nueva escala que sólo necesitará pequeñas modificaciones en las actuales herramientas para las líneas de montaje.
El resultado será una evolución en los tamaños de los paneles que permitirá a través de 10 generaciones, pasar de unos paneles de 370×470 mm, hasta llegar a paneles con medidas actuales de 2.200x2600 mm. Pero la evolución no se parará ahí, y Siva ya prepara el siguiente paso que permitirá llegar a una 10 generación con medidas de 3.000x3.000 mm, o lo que es lo mismo, 9 metros cuadrados por panel.
Estas perspectivas han llamado la atención de inversores, pero también de la administración de Obama, que ha financiado la puesta en marcha de una fábrica de paneles solares en Santa Clara, California.
Esto permitirá poner en marcha una producción que llevará los precios hasta los 20 céntimos de dólar por vatio. Una cifra que puede no ser muy significativa para muchos, pero que podemos comprar con los 50 céntimos que cuesta el vatio procedente de China.
Sin duda un rayo de esperanza para la industria occidental en su batalla contra los productores chinos.
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Fuente | Siva Power
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