En los últimos meses el desembarco de grandes cantidades de capital está impulsando como nunca el sector eólico en Estados Unidos. Una inversión que además está llegando de la mano de empresas no vinculadas tradicionalmente a este tipo de movimientos, pero que están revolucionando el sector con su enorme capacidad económica.
Nombres como Google Energy, Amazon Web Services, Salesforce, IKEA, Walmart, Dow Chemicals, Tide, Downy, a los que se suman ciudades como Washington DC, han visto en la inversión en energía eólica una forma de reducir sus costes operativos, al mismo tiempo que mejoran su huella ambiental.
Según la Asociación Americana de Energía Eólica (AWEA) en 2015 por primera vez los inversores no tradicionales han supuesto la mayor parte de las inversiones recibidas en el sector. Unas inversiones que se estiman han permitido la instalación de unos 2.000 MW sólo el pasado año, con una tendencia de crecimiento muy acusada y que supone ya el 52% de la energía contratada en este mercado.
Entre las razones para este éxito los expertos ponen sobre la mesa algo que en España nos debería escocer. Según estos, el mercado norteamericano es uno de los mercados más atractivos del mundo para las empresas cuyas operaciones relacionadas con la energía dado su bajo coste. Los apenas 7,1 centavos de dólar por kilovatio hora (kWh) que tiene que pagar el sector industrial en los EE.UU, suponen un precio de venta de la electricidad menor que en otras economías, como Alemania, China o la India .
A esto se añade un marco legal más atractivo, y programas de ayudas del gobierno. El resultado es que en 2015 la energía eólica de Estados Unidos produjo más de 190 millones de megavatios-hora (MWh), lo que equivale alimentar unos 17,5 millones de hogares medios estadounidenses. Una cifra que coloca a los Estados Unidos segundos en el ranking mundial, sólo por detrás de China.
La conclusión es que la apuesta por energías como la eólica permite reducir el coste de la electricidad, y al mismo tiempo permite poner en marcha una producción eléctrica más sostenible, y cada vez con menores niveles de emisiones.
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Vía | Planet Save
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