Después de muchas idas y venidas en los últimos años, ya se puede decir de forma oficial que la central nuclear Garoña cierra definitivamente. Garoña llevaba parada y sin generar ni un solo megavatio desde diciembre de 2012 y es la central más vieja del parque nuclear de España.
La noticia la ha dado el Ministro de Energía Álvaro Nadal este mismo mediodía. En sus declaraciones, Nadal no ha ocultado que que el Gabinete de Mariano Rajoy hubiese preferido otro tipo de desenlace sobre la energía nuclear y el modelo energético que se quiere para España.
El ministro Nadal ha dado varias razones para su cierre. Por un lado está el debate político y social causado por el asunto y el desacuerdo mostrado por los partidos políticos. Por otro lado está el tema económica, y es que las empresas que gestionaban la central ya advirtieron hace algún tiempo que con estas condiciones legislativas la central no era rentable, y que no iban a presentar interés en seguir con ello.
La decisión se toma casi seis meses después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) avalase la reapertura y estableciese las medidas de seguridad necesarias para volver a conectar la planta a la red. Sin embargo, en el parlamento el PP era el único partido que se mostraba a favor de su reapertura.
La semana pasada acabó el límite de tiempo para presentar los recursos de la reapertura de la central, por lo que el Gobierno Vasco, el parlamento y la diputación de Álava aprovecharon esos días para presentar las razones a favor de su cierre. En cambio, el Gobierno de Castilla y León y los municipios cercanos han mostrado fuertemente su interés para que la central siga adelante.
Aun así,es necesario recordar que este cierre solo afecta a Garoña y el resto de centrales nucleares españolas no tienen por qué seguir el mismo camino.
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