Desde hace décadas la economía de Arabia Saudita ha dependido en gran parte de las exportaciones de petróleo. El oro negro que ahora amenaza con terminar de ser la gallina de los huevos de oro frente a un sector energético y de transporte cada vez más volcado con las energías limpias. Y es por eso que se han propuesto invertir para adaptarse.
El principal exportador de petróleo del mundo se está embarcando en un ambicioso esfuerzo por diversificar su economía y revitalizar el crecimiento mediante el aporte de dinero en energías renovables como la solar. Desde el gobierno no solo se quiere remodelar su modelo energético, sino también emerger como una fuerza global en el ámbito de la emergía limpia.
Bajo la supervisión y liderato del poderoso príncipe Mohammed bin Salman, los saudies han encargado a la empresa de energía local ACWA Power construir una granja solar que generaría suficiente electricidad para alimentar hasta 200.000 hogares. El proyecto costará 300 millones de dólares y creará cientos de empleos.
Pero este será sólo el principio de las grandes inversiones en el sector. Arabia Saudita tiene como objetivo invertir hasta 7.000 millones de dólares a lo largo de 2018 para desarrollar siete nuevas plantas solares y un gran parque eólico. El país espera que las energías renovables, que ahora representan una cantidad insignificante de la energía que utiliza, puedan proporcionar hasta el 10% de su generación de energía para fines de 2023.
Según Jenny Chase, analista de Bloomberg New Energy Finance: "Todos los grandes desarrolladores están mirando a Arabia Saudita. El país hizo grandes planes y pronunciamientos, pero varios organismos sauditas no han logrado ponerse de acuerdo sobre el nuevo camino a seguir. Y ese es el primer paso para crear lo que se espera que sea un gran mercado".
Hasta hace poco tiempo, a la hora de hablar de energías renovables, Arabia Saudita a pesar de las promesas no lograba llevar a cabo proyectos importantes. Por ejemplo, la granja solar en funcionamiento más grande del país cubre un estacionamiento de la compañía petrolera nacional Saudi Aramco, ubicada en Dhahran. Situada a algunos kilómetros de una zona limitada que honra al primer pozo petrolero comercialmente viable del país. Una instalación que apenas genera suficiente energía para cubrir las necesidades de un bloque de oficinas cercano.
Aún así, el experimento con la energía solar fue un catalizador importante, y la compañía creó un equipo de expertos en energía renovable. La experiencia ayudó a Arabia Saudita a enfocarse en los paneles solares convencionales por sobre otro sistema conocido como concentrado solar, en el que los espejos enfocan la luz solar para generar calor.
La estrategia de las energías renovables finalmente empezó a tomar forma cuando Khaled al-Falih asumió el cargo de ministro de energía en 2016. Falih hizo que la energía solar y eólica fueran una prioridad para el reino y estableció una nueva unidad el año pasado para agilizar el trabajo. Gran parte del personal fue seleccionado de Aramco.
Shehri, que había trabajado en Aramco antes de dirigir el programa de energías renovables del reino, dijo que enfrentaba una tarea "extremadamente desafiante". Cumplir los objetivos de Arabia Saudita requeriría la adjudicación de contratos para una serie de nuevas instalaciones para fines de 2020. "La única forma en que esto fue posible - dijo - fue porque ya hicimos trabajos previos".
Con sus vastos recursos petroleros, a primera vista Arabia Saudita parecería un promotor improbable de las energías renovables. Pero la ubicación y el clima del país significa que tiene muchos sitios prometedores para parques eólicos y solares.
Los costos de instalación y operación de estas dos tecnologías han disminuido drásticamente en todo el mundo en los últimos años. Eso significa que incluso en un país donde el petróleo es abundante, las energías renovables son una alternativa barata y limpia a los combustibles fósiles tradicionales.
Como parte del proyecto anunciado con ACWA Power, se construirá una granja solar en Sakaka, en el norte de Arabia Saudita. Para hacer esta obra, Riad recibió ofertas comparables a las más bajas presentada en subastas en cualquier otra parte del mundo. A 2 o 3 centavos de dólar por kWh, una medida mayorista de electricidad, el costo de la energía solar estaría por debajo del precio de la electricidad generada por combustibles fósiles, dijo Shehri.
Vía | NY Times
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