Hoy en día, la mayoría de los ciudadanos consumen una energía considerable ya que, además de necesitar luz artificial, viven rodeados de artilugios y electrodomésticos que precisan de electricidad. De acuerdo con un informe de la Red Eléctrica de España, la demanda de energía eléctrica creció un 0,5% el año pasado con respecto a 2017, por lo que el consumo sigue en aumento. No obstante, no siempre somos conscientes de lo que gasta cada dispositivo que tenemos cerca. ¿Te has preguntado alguna vez cuánta energía consumen tu ordenador o tu teléfono mientras pasas algunas horas con un videojuego? Nosotros te lo explicamos.
Cómo se traducen las horas frente al monitor
Hace apenas una década, tener un ordenador en casa era un lujo para muy pocos pero hoy en día se ha vuelto casi indispensable. Ya sea por trabajo o por estudio, es aconsejable tener un PC en casa, aunque no siempre se utilice para realizar tareas. De hecho, gran parte de las horas que un individuo pasa enfrente de un monitor están dedicadas al entretenimiento. Leer novedades o ver vídeos nunca había sido tan fácil y acceder a un videojuego tampoco. La agencia Europa Press afirma que hay un total de 15,8 millones de gamers en España con una media de 6,6 horas semanales delante de sus pantallas.
El Lawrence Berkeley National Laboratory reveló en un estudio que los ordenadores diseñados para jugar a videojuegos son una minoría, pero incluso así ocupan el 20% de la energía que consumen todos los PCs del mundo. El trabajo explica que un dispositivo de este tipo precisa de la misma electricidad que tres frigoríficos o seis ordenadores básicos, una media aproximada de 1.400 kWh al año. Aunque puede asustar a primeras, hay que tener en cuenta que estos dispositivos disponen de unas características sobresalientes que son necesarias para títulos como League of Legends o Kingdom Hearts III.
Por ejemplo, aquellos que quieran jugar a Monster Hunter con la máxima calidad necesitan una tarjeta gráfica con la potencia de una Nvidia GeForce GTX 1060 3GB, entre otros elementos, que por si sola consume 140W, mientras que otras más potentes, como el modelo GeForce GTX 1080, alcanzan los 180W. Los procesadores precisan de una cantidad de energía menor pero también notable. En el caso del Core i7 7700K, uno de los más utilizados por los jugadores, se observa un consumo de hasta 91W.
Sin embargo, no todos los juegos demandan unas características tan selectas, por lo que se puede jugar a títulos con ordenadores más básicos. Por ejemplo, los juegos de casino de la plataforma Betway, son accesibles con una tarjeta gráfica de 128MB de memoria SVGA, cuyo consumo energético no es comparable con una sofisticada Nvidia. Otro ejemplo es el 3D Checkers Unlimited de Draught Games, un clásico juego de damas digital que tan solo precisa de tarjeta gráfica 3D. Asimismo, los títulos de portales como Minijuegos tampoco son exigentes y por lo tanto se pueden disfrutar en ordenadores con características básicas.
Consolas y teléfonos móviles
Por su parte, un teléfono móvil de requisitos medios consume 5W diarios en una carga de una hora. Si se utiliza para jugar de forma constante, es posible que sea necesario cargarlo entre dos y tres veces, por lo que su consumo aproximado sería de 10W a 15W aproximadamente. Ni siquiera en un año se acercaría al consumo de un ordenador pero es una cifra que añadir a nuestro gasto anual. El elemento que más energía consume del aparato es la pantalla, por lo que se recomienda mantener el brillo al mínimo.
Las consolas son un elemento indispensable pero algunos tipos de juegos, ya que a veces solo pueden disfrutarse en un dispositivo específico. PlayStation 4 es una de las consolas más potentes del panorama actual, lo que hace que conlleve un gasto energético mayor que el de la media de consolas. Según Atresmedia, es la que más consume, con cifras entre 130W y 310W, dependiendo de su uso. Si se compara con otra consola de características similares, como Xbox One, la diferencia es considerable. En el caso de esta última, el máximo se sitúa en 120W.
El mundo está en nuestras manos
Ya sea jugando o viendo la televisión, la energía que se consume puede ser más de la deseada, y a veces perjudicial para la tierra. De todos modos, existen las energías renovables, que no dañan el mundo donde vivimos y pueden proporcionar la energia necesaria de igual manera. En Europa, el uso de este tipo de energía ha aumentado en los últimos años, acercándose al 20% propuesto para el 2020. También podemos ver otra pincelada de un posible futuro más sostenible en libros como Elon Musk: El empresario que anticipa el futuro, donde se plasma cómo conducir con coches eléctricos será la norma en un futuro no muy lejano.
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