Estados Unidos está comenzando a vivir en su piel el grave problema que supondrá el coronavirus. Una pandemia que estiman afectará a empleados de sectores estratégicos como la industria energética, y que obligará a tomar medidas drásticas dignas de tiempos de guerra.
Según informa Reuters, el sector eléctrico y del gas se prepara para exigir al personal esencial que se traslade de forma temporal a las centrales eléctricas y los centros de control para mantener las operaciones en funcionamiento si el brote de coronavirus empeora. Algo para lo que ya están incluso preparando las instalaciones con camas y alimentos para atender un periodo todavía por determinar de aislamiento.
Los planes de contingencia serán sin duda un paso sin precedentes por parte de las empresas proveedoras de energía que buscan blindar a sus trabajadores más cualificados y esenciales ante el virus que pone en riesgo todo el sistema que ya afecta a más de 227.000 personas en todo el mundo y que se expande con rapidez.
Según Scott Aaronson, vicepresidente de seguridad y estrategias en el Instituto Edison (EEI) la asociación de la industria eléctrica más grande de Estados Unidos: "El enfoque debe estar los elementos y personas que mantienen el flujo de electricidad y el gas. Algunas compañías ya están "secuestrando" a un grupo de sus empleados esenciales o están considerando hacerlo y están identificando protocolos apropiados para hacerlo".
Maria Korsnick, presidenta del Instituto de Energía Nuclear, dijo que algunas de las casi 60 plantas de energía nuclear del país también están considerando medidas para aislar a un grupo central que administre la planta, almacenando comidas listas para comer y vajilla desechable, suministros de lavandería y artículos de cuidado personal e incluso cunas para que los empleados puedan trasladarse con sus familias.
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