Los detractores del Energiewende alemán se pregunta como será capaz Alemania de almacenar la energía excedente procedente de la excesiva producción renovable. Sin duda se trata de uno de los puntos débiles de esta transición energética, pero que poco a poco va encontrando soluciones.
Una de las soluciones con más potencial es la generación de hidrógeno mediante electrolisis, a partir de excedentes de energía eléctrica generados mediante renovables. De esta forma, se puede almacenar la energía excedente en forma de hidrógeno, que actúa como vector energético. Así lo hará próximamente la empresa alemana Enertrag en una de sus centrales renovables. Sin embargo, generar hidrógeno con electricidad para después volver a generar electricidad es un proceso muy ineficiente, donde las pérdidas superan el 50%.
Si no quedamos solo en la producción de hidrógeno, sin tener en cuenta la posterior generación de electricidad, se pueden conseguir eficiencias del 73%. Esto quiere decir que solo un cuarto de la energía utilizada se perdería, mientras que lo demás quedaría almacenada en el propio hidrógeno.
Esto no parece importarle a la empresa alemana Enertrag, que comenzará a producir hidrógeno a partir de su planta de generación híbrida (eólica, solar y biogás). El hidrógeno producido se almacenará en bombonas cilíndricas y será vendido en el mercado europeo. Un transporte que disminuirá aún más la eficiencia global del sistema, al haber también gastos de transporte.
El hidrógeno es una tecnología de la que ya se ven algunos proyectos, pero que aún se encuentra en plena fase de desarrollo. Su baja eficiencia, además de la dificultad de su transporte y su utilización en pilas de combustible, hace que no sea todavía una tecnología lo suficientemente madura para su implantación masiva.
Fuente | RenewablesInternational
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