Desde el Departamento de Energía de los Estados Unidos nos llega un vídeo en el que podemos ver cómo es el interior de un aerogenerador de 80 metros de altura. Un vídeo en el que también se dan algunos consejos de seguridad para moverse en el interior del aerogenerador.
Uno de los primeros pasos es escalar hasta la torre, ya que este aerogenerador no tiene ascensor como si equipan ya algunos más grandes y modernos. Una escalada que debe realizarse con arneses y siempre en condiciones de seguridad. Podemos ver cómo el operario llega a la parte de arriba con la frecuencia cardíaca algo elevada.
Después, es el momento de subir a la góndola, donde podemos comenzar a ver los componentes de los que dispone una turbina eólica. Primero podemos ver el yaw-drive, el cual permite orientar el aerogenerador hacia la dirección de viento, pudiendo aprovechar así todos su potencial. Después, se puede ver el eje principal, el cual transmite el movimiento de las aspas a la caja multiplicadora, la cual se encarga de aumentar la velocidad de giro de las aspas (lenta) a la necesitada por el generador (rápida). El generador es el encargado de generar la electricidad.
Por último, los operarios suben a la parte alta del aerogenerador, siempre en condiciones de seguridad. Allí arriba, las vistas del parque eólico completo son realmente espectaculares.
En la parte alta podemos encontrar un sensor LIDAR para medir la velocidad el viento, además de un anemómetro y una veleta totalmente convencionales para recoger datos de velocidad y dirección.
Por supuesto, estos solo son los componentes más básicos de un aerogenerador. Cada vez son más complejos y modernos, con más electrónica de potencia, cientos de pequeños elementos importantes para el funcionamiento, miles de sensores para tomar datos y por seguridad.
Y el trabajo de los operarios no es nada fácil, en palabras de un profesional de la industria: "Algunos aerogeneradores tienen todo tan mal distribuido que los operarios deben estar más en forma que Rafael Nadal".
Todo ello acompañado de unas vistas no aptas para gente con miedo a las alturas.
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