Tesla se enfrenta a un litigio con un grupo de 126 usuarios noruegos del Model S, que han demandado al fabricante norteamericano por la cifra de potencia de sus vehículos.
El caso arranca hace algo más de un año cuando llegaron las nuevas versiones dotadas de dos motores. Concretamente la versión P85D, que según Tesla contaba con una potencia de 691 CV. Un verdadero reclamo publicitario que no era del todo real.
El problema empezó con las entregas de las primeras unidades y la lectura de potencia en la pantalla del coche. Aquellos puristas a los que la medida de aceleración brutal no les era suficiente, se quejaron de la falta de kW de potencia que marcaba el bólido. En Noruega, los propietarios “afectados” clamaron al cielo y se organizaron para pedir una compensación y así nació el Powergate. En realidad no se le llamó de ningún modo pero parece que todo tema importante debe llevar un Gate.
Tesla se defendió argumentando que lo que había publicitado era la potencia sumada de ambos motores (delantero de 220 CV y trasero de 471 CV) pero no la potencia que producía el sistema, sensiblemente más baja. Para evitar malas interpretaciones, a partir de entonces, Tesla publicitó sus versiones de motor dual con las potencias de cada motor por separado, pero los errores en publicidad se pagan caros.
Los propietarios del flamante P85D expusieron su caso al Consejo del Consumidor pero el año pasado, el consejo le dio la razón a Tesla. Parece que en Noruega, los consumidores están bien protegidos ya que la queja fue estudiada entonces por la Comisión de Disputas del Consumidor. Este organismo ha fallado a favor de los propietarios y pide a Tesla que abone 50.000 nok, o poco menos de 5.500 euros, a cada propietario por publicidad engañosa.
Se estima que hay unos 600 Tesla Model S P85D en el país nórdico actualmente, pero solo hubo 126 demandantes cuando se presentó la queja ante el Consejo del Consumidor así que se estima una multa para Tesla de más de 1 millón de euros.
La compañía aún tiene unas semanas para apelar la decisión pero la situación puede tornarse peligrosa si el fallo a favor de los propietarios se mantiene dado que puede animar a otros usuarios de todo el mundo a unirse en sus respectivos países y pedir indemnizaciones similares.
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