Después de muchos idas y venidas, Apple parece que finalmente ha descarrilado su proyecto para lanzar un coche eléctrico. Una idea que lleva tiempo en el aire, y que al menos de momento, no se completará.
En su lugar Apple optará por centrar sus esfuerzos en la tecnología del coche autónomo. Una tendencia que en los próximos años supondrá una verdadera revolución en el sector de la automoción, y que cuenta entre las grandes tecnológicas su principal punto de apoyo.
Conocidas son las extensas pruebas que desde hace años Google está realizando con esta tecnología en las carreteras norteamericanas. A estos se han sumado nombres tan variopintos como Bosh, Nissan, Tesla...etc etc, a los que ahora habrá que sumar a Apple.
Este cambio de planes ha significado que cientos de empleados han tenido que ser despedidos o reasignados en otros departamentos. Un importante paso atrás, que pone de manifiesta la complejidad de iniciar un fabricante de coches desde cero. Sobre todo cuando desde el inicio debe cumplir con los más elevados niveles de auto-exigencia que caracteriza a los de Cupertino.
En el proceso ha quedado un intento que incluso ha llegado a la fase de desarrollo de su propia plataforma, y la de buscar acuerdos con diferentes suministradores. Precisamente esta parece ser una de las claves de la cancelación de este proyecto, al no lograr Apple los suministros necesarios para iniciar una producción que se estimaba arrancaría en 2020.
De todas formas este paso atrás viene acompañado por un "de momento". Algo que nos indica que Apple seguirá buscando la forma de introducirse en un super competitivo segmento que le permitiría diversificar su modelo de negocio, y que en la próxima década vivirá un crecimiento exponencial.
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Vía | 9to5mac
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