Esta semana Tesla ha presentado su nuevo sistema Autopilot+, al que han añadido nuevas cámaras y radares. Una dotación que permitirán en menos de dos años lograr alcanzar una conducción totalmente autónoma. El nivel máximo que permitirá a los coches realizar un recorrido por su propia cuenta sin la ayuda del conductor.
Como ejemplo, el propio Elon Musk ha propuesto una ruta entre Los Ángeles y Nueva York con una unidad autónoma. Un modelo que podrá tanto realizar el recorrido, como realizar la recarga, e incluso llegar a su destino y aparcarse. No 80 o 90%...100% autónomo.
Esto es cuestión de tiempo. Según el propio Musk, los coches que a partir de octubre salgan de la fábrica, lo harán con la dotación necesaria para alcanzar ese objetivo. Pero en el camino habrá un proceso donde el algoritmo aprenderá gracias a la experiencia de la flota de Tesla. Un periodo que supondrá una actualización cada dos o tres meses, y que tendrá como resultado una versión completa que llegaría a finales de 2017. Justo coincidiendo con la llegada del Tesla Model 3.
Pero la pregunta que nos hacemos es: ¿Cuales serán las repercusiones de esta tecnología?. Que un coche sea capaz de conducir durante horas y horas sin nuestra ayuda, supondrá un impacto en sectores como la aviación de media distancia. Si por ejemplo podemos ir de Madrid a Barcelona durmiendo una siesta, o trabajando, ¿para qué vamos a pasar el laborioso proceso de ir hasta el aeropuerto, pagar el aparcamiento, pasar los controles...etc etc. Una operación de alto riesgo en las épocas estivales, cuando las cancelaciones y los retrasos hacen estragos. Algo que podemos extender a otros tipo de medios de transporte, como autobuses o trenes.
Otro sector que se podría ver afectado será el de los hoteles. Si tenemos un desplazamiento largo, pero podemos ir durmiendo, reduciremos nuestra necesidad de descanso en estos establecimientos. Algo que tendrá un efecto principalmente cuando la tecnología llegue al sector del transporte de mercancías, muy limitado por el descanso del conductor, pero que a medio plazo puede ver como estas limitaciones desaparecen en los modelos autónomos.
También habrá consecuencias para las aseguradoras. En este caso en una primera fase favorables, ya que con una flota autónoma, se reducirán los accidentes provocados por errores humanos. Pero también hay una perspectiva a largo plazo donde los accidentes lleguen a una tasa prácticamente cero, y donde podremos empezar a replantearnos si son necesarios los seguros tal como los conocemos.
La cuestión es que no hablamos de una tecnología que llegará en 10 o 20 años. Como decimos, Tesla espera tener un desarrollo muy avanzado ya a finales de 2017. Algo que nos indica que en apenas 2 años podremos ver a los primeros coches 100% autónomos por nuestras carreteras.
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