África es responsable de un pequeño porcentaje de las
emisiones mundiales procedentes de la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, muchos países del
continente están apostando por las energías renovables, en concreto por la energía fotovoltaica,
la energía hidráulica y la energía eólica. Pasemos a comparar la infraestructura
energética de 8 países africanos.
África es responsable de sólo el 3,5 % de las emisiones
procedentes de combustibles fósiles, a pesar de ser el hogar de alrededor del 16 % de la
población mundial. La infraestructura energética de África está mucho menos
desarrollada que en las economías basadas en carbono como Estados Unidos, Europa y
China. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE),
alrededor de 600 millones de personas en África no tienen acceso a la
electricidad.
En términos de producción de energía renovable, el panorama
varía mucho de un país a otro. Países como Zambia y la República Democrática
del Congo tienen cerca del 100 % de producción de electricidad renovable gracias a las instalaciones hidroeléctricas.
Etiopía, depende en gran medida de la energía
hidroeléctrica, pero también cuenta con la energía eólica, que representa alrededor
del 4 % de su generación de energía. Marruecos y Sudáfrica son algunos de los
países africanos que más están invirtiendo en instalaciones eólicas y de
energía solar. Sudáfrica, por el contrario, se trata de un país que cuenta con grandes reservas de carbón y sigue generando menos del 3 % de su electricidad
a partir de energías renovables.
En 2014 (el año del gráfico anterior) las
energías renovables representaron sólo 13,6% de la producción de electricidad
de Marruecos. Sin embargo, ha hecho del desarrollo de las energías renovables
una prioridad nacional, con enormes instalaciones de energía solar nuevas
entrando en funcionamiento durante el último año, incluyendo las termosolar, donde varias empresas españolas están poniendo su granito de arena.
También hay que tener en cuenta que en muchas partes de África, las personas no tienen acceso a la red eléctrica y usan pequeños sistemas solares domésticos para manejar
aparatos electrodomésticos, que no aparecen en las estadísticas para la
producción total de energía. Hace poco os hablábamos de cómo la luz solar más barata del mundo está triunfando en África.
Dejando de lado la producción de energía, África sigue dependiendo
en gran medida de la quema de madera y carbón vegetal para cocinar y calentar.
Según la IEA, aproximadamente 730 millones de personas en África dependen de la
biomasa tradicional. Y eso tiene sus propios impactos ambientales, en términos
de deforestación y calidad del aire.
Fuente | DW
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