Con el cierre del último trimestre, Tesla ha añadido otros 22.200 unidades a las entregadas desde el arranque de la producción de la berlina y el todocamino eléctricos. Una cifra que supone llegar a las 100.000 unidades matriculadas en Estados Unidos.
Esto que es una buena noticia, también tiene su lado negativo. Como recordamos, en Estados Unidos los compradores de coches eléctricos tienen a su alcance una ayuda de 7.500 dólares por parte del gobierno central. Un incentivo que tiene un límite por fabricante de 200.000 unidades.
Una vez alcanzada esa cifra, esa marca no podrá acceder a nuevas ayudas. Esto tendrá un efecto casi inmediato sobre el Tesla Model 3. El modelo más económico de Tesla si las matriculaciones del S y X se mantienen como hasta ahora, tendrá como mucho para entre 3 y 6 meses de ayudas.
A partir de ahí los interesados en hacerse con un Model 3 en Estados Unidos verán como la ayuda se reduce un 50% a los seis meses de terminarse la ayuda, y luego otro 50% hasta desaparecer 6 meses después. Esto quiere decir que en un año, aproximadamente, los interesados en el Model 3 tendrán que desembolsar el precio completo que como recordamos arranca desde los 35.000 dólares.
Esto significa que de la lista de espera, muchos no podrán acceder a la ayuda, y la totalidad de los nuevos pedidos, tampoco.
Esto será un descenso en la competitividad del Model 3 frente a rivales como el Chevrolet Bolt. Un modelo que se beneficiará de la mayor lentitud de la expansión de las ventas de sus predecesores, y que podrá acceder a la ayuda en un mayor número y tiempo que el Tesla.
Un Bolt que en Estados Unidos arranca desde un precio de 37.500 dólares, 2.500 más que el Model 3, pero que después de descontar la ayuda se colocará en los 30.000 dólares.
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Vía | Electrek
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