Hace un tiempo que los clientes acogidos al PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) empezaron a pagar en base a los precios del mercado mayorista de la electricidad. Se trata de un nuevo sistema de tarificación eléctrica, adoptado con el objetivo de disminuir la factura de los consumidores.
Para que se te aplique esta nuevo sistema de cobro, hay que cumplir algunos requisitos:
- Estar acogido a la tarifa regulada, el PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) con hasta 10 kW de potencia contratada.
- Tener un contador inteligente.
- Que el contador inteligente esté efectivamente integrado en el sistema de telegestión. (Esto puedes consultarlo en tu factura)
No todos los hogares disponen de contador inteligente. El plazo para desplegar toda la red de nuevos contadores expira a finales de 2018. Éstos se irán instalando paulatinamente por las distribuidoras. Se calcula que alrededor de 10 millones de hogares lo tienen operativo. Como curiosidad, sabed que el alquiler de este nuevo contador os va a salir más caro: 0,98 céntimos, frente a los 0,65 céntimos mensuales de los analógicos.
¿Qué quiere decir esto de la tarificación horaria?
Pues básicamente, que la compañía eléctrica nos cobrará según el precio horario del mercado mayorista, es decir, unas veces más caro y otras más barato.
Los precios exactos de la electricidad los podemos conocer a través de la página web de REE (Red Eléctrica de España) a las 20:15 del día anterior. Existen aplicaciones para smartphones que permiten ver los precios de una manera más cómoda.
¿Podemos ahorrar en la factura de la luz?
Pues realmente no mucho. Se estima que cambiando los hábitos, se puede llegar a ahorrar apenas un euro al mes. Y es que entre el precio más caro y el más barato, apenas hay dos céntimos de diferencia, como se puede ver en este gráfico correspondiente a los precios del 1 de octubre.
Para conseguir un verdadero ahorro en la factura de la luz hay otras opciones.
- La primera, disminuir la potencia contratada. Cada kilovatio de potencia extra contratados aumenta nuestra factura anual en unos 50 euros. Eso sí, hay que tener cuidado con bajarse la potencia, ya que si la bajamos demasiado después nos costará dinero subirla. Hay que hacerlo con cabeza.
- La segunda, cambiarse a una tarifa de discriminación horaria. Expertos aseguran que cambiándose a la conocida como "tarifa nocturna" podemos ahorrar cerca de un 20% en nuestra factura de la luz sin cambiar de hábitos. Eso sí, hay que fijarse en que horas es más barata y en qué horas es más cara, y tratar de optimizar los consumos en la medida de los posible, para maximizar el ahorro.
Por último, recordar una cosa muy importante. Si viene un comercial de una eléctrica ofreciéndo un precio más barato que la tarifa PVPC, o una tarifa fija para no estar a merced de los cambios de precio, no os lo creáis, siempre será más caro.
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