La Cátedra de Energía de Orkestra ha presentado recientemente un informe, en colaboración con el Club Español de la Energía, donde se analiza en profundidad el caso alemán.
Alemania es un país que ha experimentado en los últimos años un inmenso cambio en sus procesos de producción y consumo de energía, lo que ha tenido un relevante impacto en su política industrial. El nombre que ha adoptado esta transición energética es "Energiewende".
El Energiewende es un programa de lo más ambicioso que sitúa algunos de los cambios en el horizonte del año 2050 para alcanzar una disminución efectiva de las emisiones de gases de efecto invernadero, a través de procesos de eficiencia energética y desarrollo de las energías renovables (eólica, solar, fotovoltaica, biomasa y biogás). Además, no hace mucho que este país se ha manifestado en contra de la energía nuclear, anunciando el cierre de todas sus centrales nucleares para 2022.
Esta evolución que está viviendo Alemania supone un importante incremento en la factura energética que está siendo asumido principalmente por los consumidores domésticos y las pequeñas y medianas empresas, ya que las grandes corporaciones se benefician de algunas exenciones.
Ese es precisamente el pie del que cojea el modelo que está adoptando Alemania, ya que el creciente número de hogares en riesgo de pobreza energética podría suponer un obstáculo futuro para el Energiewende. Al igual que el no mantenimiento de las exenciones a las primas a las renovables de la industria intensiva en consumo energético, o el tejido industrial de pequeñas y medianas empresas alemanas que no se pueden acoger a las exenciones y que están soportando unos elevados precios de la energía.
Emiliano López Atxurra, presidente de la Cátedra de Energía de Orkestra y presidente de Petronor considera que “este estudio puede ser de gran utilidad para diseñar nuestras políticas energéticas e industriales con una visión de futuro, considerando la relevancia que está adquiriendo la cuestión de la transición energética y la influencia de Alemania en las políticas industriales y energéticas de la Unión”.
Sin duda la economía es una de las implicaciones y dificultades del Energiewende según el informe, ya que las fuertes inversiones para el desarrollo de las renovables afectan al consumidor final y a la competitividad de la industria por el aumento en los precios finales. Además, a este despliegue hay que añadir los costes de las inversiones en transporte y distribución de electricidad, el cierre y desmantelamiento nuclear, y el desarrollo de nuevas centrales de carbón con costes específicos elevados.
Sin duda Alemania es un ejemplo a seguir en materias de energía sostenible actualmente, pero es importante tener en cuenta el impacto político, social, industrial y económico que un modelo energético de este tipo puede suponer, no solo para el propio país, sino para el resto de países que forman la Unión Europea.
Fuente | Orkestra
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