Carmen Martínez es una almeriense que se ha lanzado a mejorar de forma drástica la eficiencia de su vivienda. Para ello ha realizado una importante inversión en una instalación fotovoltaica, térmica y de biomasa, que le permitirá reducir sus necesidades energéticas externas a la mínima expresión.
La instalación de Carmen cuenta con un sistema fotovoltaico formado por 10 módulos Rec Solar policristalinos de 265Wp, dotados de un inversor Symo Hybrid de Fronius. Una instalación que suma una potencia total instalada de 2,6 kW.
Para el almacenamiento de excedentes, Carmen ha escogido un sistema de baterías de litio Fronius Solar Battery de LiFeP04, que suman una capacidad total de 6 kWh. Una cifra que le permite contar con un respaldo de uno o dos días para esta vivienda. Unas baterías con una vida útil extremadamente larga que además no requieren ningún tipo de mantenimiento.
Respecto al agua caliente sanitaria, la vivienda cuenta con un sistema forzado de placas solares y un acumulador de 200 litros. Además, la calefacción mediante termoestufa de biomasa de 15 kW, proporciona calor directo en el salón de la vivienda y alimenta con agua caliente a los radiadores del resto de las estancias.
Desconocemos el coste de esta instalación, que no habrá sido económico ni mucho menos, y que necesitará unos cuantos años para recuperar su inversión. Pero lo que está claro es que se trata de un ejemplo de que para los usuarios el rendimiento económico no siempre es lo más importante, y la reducción del impacto medioambiental también es un motivo de peso para los usuarios.
Un caso que nos recuerda mediante un ejemplo práctico, que si es posible instalar baterías de respaldo en nuestras instalaciones solares. Todo a pesar de los requisitos y palos en las ruedas del gobierno, que como vemos ha logrado ralentizar su expansión, pero no detenerla.
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Vía | GMF
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