El sector energético es un sector estratégico que afecta fuertemente a cualquier país. Al final, todos se mueve con energía y su coste o la forma de producirla afectan de lleno en todos los sectores. El tema energético se echa de menos en muchos debates, a pesar de que es clave para el futuro del país y el medio ambiente.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Unidos Podemos también habla de energía. Una de las cabezas más visibles de la coalición Unidos Podemos en materia energética es Juan Lopez de Uralde, conocido activista representante de EQUO y cabeza de lista por Álava. En varias ocasiones ha explicado algunos de los aspectos del plan de Unidos Podemos en materia de energía. Le damos un pequeño repaso:
Las líneas maestras del plan de Unidos Podemos son el cierre nuclear en 2024 y un plan de energías cien por cien renovables para 2050.
En cuanto al cierre, nuclear, el plan consiste en ir cerrando paulatinamente las centrales nucleares, empezando por el cierre definitivo de la central de Garoña. El objetivo sería el cierre de los ocho reactores nucleares españoles a más tardar en 2024.
En cuanto al plan nacional de energías renovables, contempla el abandono de los combustibles fósiles y un plan para que España cuente con un modelo cien por cien renovables para el año 2050. Un plan realmente ambicioso.
Por otro lado, también se contempla un programa de rehabilitación energética de edificios que generaría 200.000 empleos. Un plan que permitiría aumentar la eficiencia del país, además de ahorrar unos euros en la factura de muchas familias y reactivar el sector de la construcción en forma de rehabilitaciones.
El fracking tampoco tiene cabida en el programa de Unidos Podemos, ya que se trata de un método con duras consecuencias medioambientales, entre otras cosas. Se contempla la suspensión de los actuales permisos para prospecciones.
Sin duda, se trata de un plan muy ambicioso que puede fijarse como objetivo u horizonte, pero que tiene un difícil desarrollo en algunos aspectos, sobre todo por la duración de los plazos establecidos. Sea como fuere, es el camino correcto que debe seguir el sistema energético español, con un cierre paulatino de nucleares, la reducción del uso de combustibles fósiles, un plan de eficiencia energética y con todo ello la reducción de emisiones de CO2.
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