La compañía energética australiana AGL ha anunciado sus planes para cerrar la central eléctrica de carbón Liddell de 2 gigavatios de potencia y reemplazarla por al menos 1,6 gigavatios de energía renovable con almacenamiento de baterías y con gestión activa de la demanda. Ubicada en Nueva Gales del Sur, la central Liddell Power Station ha estado en operación desde principios de los años 70 y fue adquirida por AGL Energy en septiembre de 2014.
Australia se encuentra actualmente inmersa en un gran debate sobre continuar con su dependencia del carbón para la generación de electricidad o impulsar definitivamente la transición a fuentes de energía renovable. El gobierno de Australia ha estado respaldado durante mucho tiempo los intereses del carbón y, como resultado, el cambio ha sido lento. A pesar del enorme potencial de energía renovable en un país como Australia, que está literalmente rodeado de mar para poder aprovechar la energía eólica marina y cuenta con algunos de los recursos solares más impresionantes del mundo, la energía renovable ha sido una propuesta algo incómoda hasta el momento.
Sin embargo, el cambio está ocurriendo lentamente, gracias a los gobiernos estatales y no al gobierno federal, así como a los obvios argumentos a favor de las energías renovables como son su precio cada vez más bajo y la necesidad de reducir la contaminación y las emisiones de CO2.
Esta claro que Australia aún no ha llegado a un punto de inflexión en cuanto a su transición a una economía baja en emisiones de CO2. Sin embargo, este mes ha habido una noticia favorable para esta transición. Y es que de las mayores empresas energéticas del país, AGL Energy, ha anunciado sus planes para cerrar la centra de carbón Liddell Power Station de 2 gigavatios de potencia en el este de Nueva Gales del Sur, para ser reemplazada por energías renovables con almacenamiento en baterías y la conversión de los generadores de Liddell en condensadores síncronos.
Según Graeme Hunt, Presidente de AGL:
"Este plan demuestra que las antiguas centrales eléctricas pueden ser sustituidas por una mezcla de nuevas tecnologías más limpias, al tiempo que mejoran la fiabilidad y el precio. Las decisiones relativas a las inversiones se toman para permitir la flexibilidad necesaria para responder a las necesidades cambiantes del mercado y a las mejoras tecnológicas de los próximos cinco años ".
Será interesante ver cómo los críticos de la energía renovable en Australia responden a estos planes cuando se enfrentan a las propias estimaciones de AGL que muestran que extender la vida útil de la Central Eléctrica de Liddell sería menos rentable a largo plazo. La inversión de capital total para reemplazar la central de Liddell sería de aproximadamente 1.360 millones de dólares australianos en comparación con los 920 millones de dólares australianos para extender la vida útil de la central, pero el coste nivelado de energía entre las dos opciones es muy diferente como puede observarse en el gráfico.
El contraste entre los dos es aún mayor cuando se considera que el proyecto Liddell Life Extension sólo extiende la vida útil de la central por cinco años, en comparación con la vida útil que tiene la opción de reemplazarla por renovables, que va desde los 15 hasta los 30 años.
Fuente | CleanTechnica
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