Con el auge de los coches eléctricos, uno de los posibles problemas, es el reciclaje de las baterías. Dentro de unos años nos encontraremos con miles de baterías que será necesario reciclar de una manera respetuosa con el medio ambiente. Como veis, he dicho posible problema ya que más que en un problema, este exceso de baterías se puede convertir en una bendición.
La parte positiva es que esas baterías pueden tener una segunda vida útil después de su uso en automoción. Habrán perdido sus cualidades para ser utilizadas en los coches, pero aún siguen valiendo para otros usos. Principalmente, como batería estacionaria para almacenamiento de energía eléctrica. Toyota ya lo ha demostrado en un proyecto desarrollado en Estados Unidos.
Desde el parque natural de Yellowstone, nos llega un ejemplo del reciclado de este tipo de baterías. Utilizando 208 baterías de NiMH que han sido desechadas de unidades del Toyota Camry Hybrid, han creado un sistema de almacenamiento de energía de 85 kWh. Estas baterías, unidas a un sistema fotovoltaico de 40 kW pico ofrecen energía renovable durante todo el día al rancho Lamar Buffalo.
El proyecto de Toyota en Yellowstone destaca por la simplicidad del sistema. En lugar de extraer cada módulo para volver a ser empaquetado en un nuevo pack, se han cambiado las conexiones de los módulos internamente y se ha reutilizado la caja de origen de las baterías.
Gracias a las pocas modificaciones que hay que hacer se ahorra mucho trabajo. Además, al conservarse las baterías en sus cajas originales, pueden ser manipuladas a mano sin necesidad de maquinara apropiada. En caso de rotura, bastaría con reemplazar el módulo defectuoso por otro en buenas condiciones. El único problema es el volumen de almacenamiento necesario, aunque en este caso disponen de sitio de sobra.
Sin duda la electrificación del parque automovilístico traerá consigo muchos beneficios. Dejando a un lado la contaminación y el ahorro de energía, el gran avance que sufrirán las baterías gracias a la industria automotriz nos beneficiará a todos. Este es un claro ejemplo, ya que en unos años dispondremos de baterías de segunda mano disponibles a buen precio para respaldar nuestra instalación de energía renovable. Y las nuevas, estarán a un precio mucho más competitivo.
Fuente | Toyota
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