China, a pesar de ser el país que encabeza el mercado de placas fotovoltaicas, es dependiente en más de un 80% de combustibles fósiles, en especial carbón. Su objetivo es cambiar su matriz energética, abriendo el camino a las energías renovables.
Esta dependencia de combustibles fósiles ha acarreado a China graves problemas de contaminación, siendo responsable del 26% de las emisiones contaminantes del planeta, lo que obliga a los dirigentes a tomar medidas urgentes e indispensables para que el sistema de producción de energía sea más sostenible.
Además, se trata de un país muy poblado, lo que implica un gran consumo de energía. Si el suministro de dicha energía se realiza de manera poco o nada sostenible, es lógico que la calidad del aire sea tan nefasta como lo es en Beijing y en otras grandes zonas del noreste chino, que han sufrido un gravísimo deterioro.
Además, se trata de un país muy poblado, lo que implica un gran consumo de energía. Si el suministro de dicha energía se realiza de manera poco o nada sostenible, es lógico que la calidad del aire sea tan nefasta como lo es en Beijing y en otras grandes zonas del noreste chino, que han sufrido un gravísimo deterioro.
Debido a esto, poco a poco han ido disminuyendo la cantidad de energía producida a través de combustibles fósiles y aumentando su contribución en energías renovables. Las energías solar, eólica e hidráulica suministran un 26% de la energía consumida actualmente. De hecho, en 2015 el 33% de la inversión mundial en energías renovables fue realizada en este país.
Continuando con los cambios, se prevé una reducción del consumo de energía y de las emisiones de CO2 por unidad de PBI, en 15% y 18%, respectivamente, de aquí a cinco años, respecto a los niveles de 2015.
La energía nuclear también está incluida en el cambio de matriz energético que se propone el país. Actualmente, esta fuente de energía representa un 2% de la electricidad generada, con una capacidad que pretenden sea aumentada de unos 29 a 58 GW mediante la construcción de 24 nuevas centrales. Sin embargo, no puede decirse que este cambio sea en pro de la energía limpia, debido a los residuos que se generan a partir de la generación nuclear.
Continuando con los cambios, se prevé una reducción del consumo de energía y de las emisiones de CO2 por unidad de PBI, en 15% y 18%, respectivamente, de aquí a cinco años, respecto a los niveles de 2015.
La energía nuclear también está incluida en el cambio de matriz energético que se propone el país. Actualmente, esta fuente de energía representa un 2% de la electricidad generada, con una capacidad que pretenden sea aumentada de unos 29 a 58 GW mediante la construcción de 24 nuevas centrales. Sin embargo, no puede decirse que este cambio sea en pro de la energía limpia, debido a los residuos que se generan a partir de la generación nuclear.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, cabe decir que no solo determinan sus acciones a implantar en el país sistemas generadores de energía renovable, sino que pretenden ser el ejemplo para el resto de países que aún se encuentran en su situación. Tratándose de la segunda potencia mundial tienen mucho que decir.
De hecho, China fue un actor clave en la firma del histórico acuerdo climático alcanzado en diciembre en París (COP 21), ratificado el 22 de abril por 171 países en la ONU. El presidente chino Xi Jinping se adherió a dicho pacto junto a Obama, en un gesto político que tuvo como finalidad dar el ejemplo a otros países y acelerar su entrada en vigor.
De hecho, China fue un actor clave en la firma del histórico acuerdo climático alcanzado en diciembre en París (COP 21), ratificado el 22 de abril por 171 países en la ONU. El presidente chino Xi Jinping se adherió a dicho pacto junto a Obama, en un gesto político que tuvo como finalidad dar el ejemplo a otros países y acelerar su entrada en vigor.
En esa misma línea, el Banco Central Chino viene emitiendo desde 2015 bonos verdes, que permiten a instituciones financieras recaudar fondos para proyectos ecológicos. Gracias a estos bonos el presupuesto disponible para proyectos de energías renovables y protección del medioambiente se ha visto ampliado.
No cabe duda de que este importante país ha visto clara la necesidad de reconstruir el modelo de sistema eléctrico, habiendo asumido que continuar consumiendo energía proveniente de combustibles fósiles era insostenible en el tiempo.
El analista político Patricio Giusto considera que debido al enorme costo económico que supone realizar dicha transición, los objetivos del desarrollo verde son muy ambiciosos. Sobre todo cuando la economía china ha ingresado en una etapa denominada de nueva normalidad, con turbulencias financieras, creciente endeudamiento y metas de crecimiento mucho más modestas que las cifras espectaculares superiores al 10% anual de la década pasada.
Sin embargo, es innegable que van por muy buen camino. El planeta no puede aguantar más contaminación y por eso es necesario reducir el impacto de generación de energía, en China y en cada lugar del planeta.
Sin embargo, es innegable que van por muy buen camino. El planeta no puede aguantar más contaminación y por eso es necesario reducir el impacto de generación de energía, en China y en cada lugar del planeta.
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