Casi 9 de cada 10 MW de nueva potencia eléctrica instalada en Europa en 2016 fue de origen renovable, un ejemplo claro de cómo el viejo continente está tratando de alejarse del uso de combustibles fósiles, al menos en cuanto a lo que generación eléctrica se refiere.
Sin embargo, a pesar de la buena noticia, empresas líderes en la industria están preocupadas acerca de la ausencia de respaldo político más allá del año 2020, cuando se cumple el plazo para cumplir los famosos objetivos 20-20-20.
De los 24,5 GW de nueva potencia instalada en Europa en 2016, 21,1 GW (un 86%,) fueron de tecnologías como la eólica, la solar, la biomasa y la hidroeléctrica, superando la anterior marca conseguida en 2014, que fue de un 74%.
Por primera vez los parques eólicos han supuesto más de la miad de la potencia instalada, según datos de WindEurope. La energía eólica ya ha superado al carbón para convertirse en la segunda tecnología con mayor potencia instalada de Europa, solo por detrás del gas. Sin embargo, tener más potencia instalada no equivale a producir más, ya que la intermitencia del viento no permite que la energía eólica esté produciendo completamente.
Alemania fue el país que más potencia eólica instaló, mientras que Francia, Holanda, Finlandia, Irlanda y Lituana marcaron sus propios récords nacionales.
A pesar de la bajada respecto a 2015, la energía eólica offshore sigue siendo importante en el mercado europeo, con un total de 1.558 MW instalados en 2016.
Fuente | The Guardian
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