Cuando pensamos en Australia, pensamos en sol y en que la energía solar cuenta con fuerte apoyo del gobierno. Pero nada más lejos de la realidad esta tecnología se abre paso a codazos a pesar del poco interés del gobierno.
Desde el gobierno de regiones como Camberra se ha puesto sobre la mesa planes de expansión del carbón y el gas, indicando que las ayudas a la solar se terminarán en 2020. A pesar de esto, en sólo 11 meses, Australia ha instalado más de 1 GW de nueva energía fotovoltaica, con una tasa de crecimiento sin precedentes.
En este marco poco favorable, las instalaciones principalmente residenciales o medianas han crecido sin parar, y como ejemplo la estadística que nos indica que el gigavatio fotovoltaico de este año está compuesto por 893 MW de instalaciones inferiores a 100 kW y sólo 114 MW por encima de 100 kW.
Y eso no sólo no se frenará, sino que según los expertos se acelerará en los próximos años cuando se aguarda que las plantas más pequeñas alcancen una nueva capacidad instalada anual de entre 1,05 GW y 1,10 GW para finales de año.
Para de este crecimiento podría estar empujado por una perspectiva de eliminación de las pocas ayudas que disponen los australianos para instalar sus placas fotovoltaicas. Pero también es cierto que la única vez que Australia logró un crecimiento anual de GW fue en 2012, cuando la ayuda gubernamental era más generosa que en la actualidad.
Además, uno de los segmentos de mayor crecimiento son los techos solares, que alcanzaron su punto máximo inmediatamente después del aumento de los precios nacionales de la electricidad (más del 5% en 2016-17).
En este 2017 se puso en marcha un volumen récord de módulos fotovoltaicos para cubiertas comerciales, con 285 MW ya instalados, superando el anterior récord de 228 MW en 2016. Como explica Miriam Lyons, directora de la Asociación de Justicia Ambiental de GetUp,”Está claro que el aumento en las facturas de electricidad están impulsando a la gente a instalar más paneles solares.”
Una dinámica que también se estima es positiva por la entrada en la ecuación de las baterías para el hogar. Unos sistemas de almacenamiento que permiten sacar el máximo partido a las instalaciones solares, y que viven una importante bajada de precios en los últimos años y que se están convirtiendo en un complemento perfecto para la fotovoltaica residencial.
Vía | Reneweconomy
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