La localidad gallega de Malpica es famosa en toda la región por su constante viento que agranda la leyenda de la Costa da Morte. Un escenario perfecto para un parque eólico como el que desde hace 20 años funciona en el ayuntamiento. Pero tras 20 años de operación, el Parque Eólico Malpica ya necesitaba una profunda renovación que ha supuesto además un cambio radical en la fisonomía del monte que acoge los aerogeneradores.
Con una inversión de casi 20 millones de euros, se han sustituido un total de 69 aerogeneradores de una tecnología ya obsoleta por 7 modernas turbinas que producen al año 66 GWh, el doble que los anteriores.
La planta de Malpica, propiedad de la sociedad Parque Eólico de Malpica SA (PEMALSA), está participada por el Grupo Elecnor a través de su filial de desarrollo y explotación de energía eólica, Enerfin (95,55%), el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE (4,25%) y la Xunta de Galicia (0,20%).
La renovación de Malpica la ha llevado a cabo Enerfin, responsable también de la gestión de la operación del parque.
Esta remodelación, una de las pocas llevadas a cabo en Galicia y la de mayor potencia instalada (16,5 MW), es además uno de los primeros parques puestos en operación financiados sin ayudas, percibiendo únicamente ingresos de su venta de energía a mercado. La financiación del proyecto ha sido otorgada por Bankia.
El nuevo parque ha permitido también una reducción drástica de afección al medio ambiente, minimizándose el impacto visual, no sólo por la superficie ocupada, que se reduce de 3,2 a 1,9 hectáreas, sino también por la reducción del número de aerogeneradores: de 69 máquinas a 7. Con la energía que se generará después de la repotenciación, hasta 66 GWh cada año, el parque es capaz de abastecer de energía eléctrica a 27.000 viviendas, o cinco veces los habitantes de la propia Malpica.
Malpica inició las labores de remodelación en marzo de 2017 y tras unos meses de intenso trabajo que han supuesto 200 empleos, el primer aerogenerador se puso en operación el pasado mes de agosto, completándose la puesta en marcha de todo el parque en menos de 7 meses desde el inicio de los trabajos.
Unos trabajos que son una muestra del potencial de evolución de una tecnología que mejora sus capacidades para lograr reducir el problema visual (y también el riesgo para las aves) de las torres en instalaciones habitualmente situados en zonas de gran valor ecológico, y que ahora podrán seguir produciendo energía limpia y con menor impacto.
Fuente | Elecnor
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