Ya se conocen las posibles ubicaciones de los 3.000 MW de la subasta renovable de mayo

Uno de los hitos a cumplir por los promotores participantes en las subastas de renovables celebradas el pasado año en España era la identificación de los posibles proyectos que finalmente se fueran a construir. Esto consiste en que cada empresa le dice al Ministerio de Energía una lista de proyectos entre los cuales van a estar los que finalmente construya para cumplir con la cuota ganada en la subasta. En esta fase, se pueden identificar mas megavatios de los adjudicados para más adelante quedarse finalmente solo con los que se vayan a construir.

Los 165 proyectos identificados se localizan en 12 Comunidades Autónomas: Aragón (80 proyectos), Galicia (25), Castilla y León (20), Castilla la Mancha (13), Andalucía (9), Navarra (5), Cataluña (5), Murcia (4), País Vasco (1), Extremadura (1), Madrid (1) y Asturias (1).

Como se puede comprobar, la comunidad más beneficiada por el desarrollo de nuevos proyectos renovables será Aragón, con 80 proyectos. La mayoría de ellos han sido identificados por Forestalia, un promotor de la región que fue adjudicado con nada menos que 1.200 megavatios.

En el caso de Gas Natural Fenosa, que fue adjudicada con 667 MW eólicos, ha identificado 26 parques en siete Comunidades Autónomas: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y Navarra.

Enel Green Power España, filial de Endesa, ha identificado 29 proyectos eólicos para un total de 810 MW. Finalmente, Endesa solo desarrollará los necesarios para alcanzar los 540 MW que ganó.

En Siemens Gamesa también tienen identificados los proyectos (206 megavatios) y ubicaciones pero por el momento, no van a comunicarlo. Todo apunta a que serán en Aragón y Castilla y León, principalmente. Quizá aproveche la presentación de su plan estratégico la semana que viene para anunciarlos. En el caso de Norvento, desarrollará íntegramente en Galicia los 128 MW que ganó.

Todos estos proyectos deberán estar generando energía el 31 de diciembre de 2019. Un plazo relativamente estrecho y que puede generar momentos de tensión en las compañías pero que esperemos que pueda cumplirse al menos en su mayoría.

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