Durante una entrevista a la prensa alemana, Herbert Diess, jefe de Volkswagen, ha asegurado que trabajan en un coche eléctrico que quieren convertir en una de las referencias del mercado.
Se trata de un modelo que se colocará a nivel de tamaño por debajo del Golf, pero al mismo tiempo contará con un espacio interior similar a la de un Passat. Un nuevo coche eléctrico que contará con una autonomía que llegará hasta los 600 kilómetros, y que además tendrá un precio simular al de un diésel bien equipado.
Sobre la fecha de llegada del mismo, indica que no será antes de 2018, siendo posiblemente 2019 la fecha de su desembarco. Algo que nos indica que la actual generación del e-Golf tendrá que ofrecer un servicio más amplio de lo inicialmente previsto, y que este otoño recibirá una actualización añadiendo una batería de 35.8 kWh, y una autonomía bajo el ciclo europeo de hasta 300 kilómetros.
El directivo alemán también ha tenido espacio para el espinoso tema de la fabricación de baterías. Una industria en manos principalmente de los fabricantes asiáticos. Un dominio que preocupa al Sr Diess.
Este ha indicado que si la compra de las baterías depende exclusivamente de los suministradores asiáticos, eso podría ser un problema para la economía alemana. Es por eso que apuesta por lanzarse a la fabricación propia de los acumuladores. Sobre todo a la vista del objetivo lanzar hasta 20 modelos y fabricar entre 2 y 3 millones de coches eléctricos para 2025.
Los rumores indican que Volkswagen está trabajando en levantar varias fábricas de baterías propias. Unas mega instalaciones que estarían situadas en los principales mercados, cerca de las plantas de fabricación de los coches. Una forma de reducir su dependencia de los suministradores asiáticos, y de asegurarse un nivel productivo suficientemente robusto para alcanzar sus objetivos.
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Fuente | Handelsblatt
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