Todos los países están en proceso de descarbonizar sus economías, y como Finlandia anunció el año pasado que lo haría antes de 2030, ya se ha puesto manos a la obra, y ha afirmado que a partir del año que viene pondrá fin al carbón con un nuevo impuesto al carbono y un conjunto de normas que acabarán con el uso del carbón De esta forma se prohibirá su uso con una nueva estrategia de energía y medio ambiente.
Finlandia es el país nórdico que más utiliza el carbón, un 10% de la energía procede de los combustibles fósiles. Riku Huttunen, el jefe del departamento de energía de Finlandia, añade que las normas no alterarán la seguridad del suministro, es decir, las centrales eléctricas a carbón podrán ser utilizadas solamente cuando sean necesarias, en caso de falta de suministro o en apagones.
Pero como el objetivo es no utilizarlas, duplicará sus planes nucleares, abriendo dos nuevas en 2018 y 2024, reduciendo así su dependencia energética de Rusia.
El 30% de la energía de Finlandia procede de la energía nuclear, y la Asociación Nuclear Mundial clasifica a los reactores del país como algunos de los más eficientes del mundo. La capacidad podría alcanzar el 60% para 2025.
Finlandia lleva intentando reducir la dependencia del carbón desde 2011, por lo que en 2013 logró duplicar la capacidad de energía eólica. Con todo esto, en febrero del año pasado anunciaron una inversión de 80 millones de euros en renovables.
Con los avances, en 2015 las exportaciones de carbón disminuyeron un 26%, provocando que el precio de la energía renovable cayera hasta un 50%, mientras el carbón mantenía su precio.
Otros países también se han puesto metas. Están Francia que quiere cerrar todas sus plantas de carbón para 2023 o Canadá que lo quiere hacer para 2030.
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