La revolución de la movilidad eléctrica traerá consigo grandes cambios en la forma en la que nos movemos, pero también en en el uso de la energía eléctrica tal y como la conocemos. Actualmente en impacto de vehículo eléctrico en la red es testimonial, pero según aumente su penetración en el parque móvil será un agente muy a tener en cuenta y abrirá un enorme abanico de posibilidades.
Las fabricantes tradicionales se están empezando a dar cuenta de que la llegada del coche eléctrico tiene una importante y necesaria industria asociada, y que si quieren están a la vanguardia del mercado tienen que posicionarse también en ella. Hablamos de las redes inteligentes o smart grids, que gestionarán de una forma óptima y coordinada las recarga de los coches eléctricos, pero también la generación renovable y el almacenamiento de energía.
En ese sentido, cada vez son más los fabricantes que están desarrollando sus proyectos propios en este sector. El último en sumarse ha sido Renault con la creación de Renault Energy Services, una filial que busca posicionarse en el sector de las redes inteligentes.
Según la propia Renault, la filial actuará como una startup y tiene como objetivo invertir en proyectos que tengan vinculación con las redes inteligentes.
Recientemente también hemos visto cómo Renault apostaba por la recarga rápida de coches eléctricos con unos cargadores que utilizaban baterías usadas de Renault ZOE.
En definitiva, los fabricantes de coches eléctricos saben que en el futuro no solo venderán coches, sino que deberán ofrecer una serie de servicios y tecnología entorno a ellos. Y es un negocio muy atractivo para ellos.
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