Red Eléctrica de España ha publicado el "Avance del informe del sistema eléctrico español 2017", una publicación de carácter anual en la cual se recogen los principales datos del sistema eléctrico español tales como la cantidad de energía generada, el mix eléctrico por tecnología, las instalaciones de nuevas centrales de generación y las emisiones de CO2.
Los datos de este primer avance son provisionales (solo hasta el 13 de diciembre), pero suelen estar muy cercanos (prácticamente iguales) a los que se publican en el informe definitivo. Por eso, vamos a analizar cómo ha sido la generación eléctrica en España en el año 2017.
Sube la demanda de energía
Por tercer año consecutivo, la demanda de electricidad ha subido en España. De esta forma se consolida la evolución positiva iniciada en 2015, después de las caídas sufridas en los cuatro años anteriores como consecuencia de la crisis económica. Concretamente en 2017 la demanda de electricidad alcanzó los 268.505 GWh, un 1,3% más que el año anterior y superando el crecimiento del 0,7% registrado en 2016.
La potencia instalada disminuye
En una época donde la mayoría de países del mundo están aumentado su potencia instalada significativamente debido al auge de las energías renovables, en España la tendencia es a la inversa. Y es que por segundo año consecutivo, la potencia instalada ha descendido en nuestro país.Este descenso se debe mayoritariamente al cierre definitivo de la central nuclear Santa María de Garoña de 455 MW, una instalación que permanecía inactiva desde finales de 2012. Las variaciones en el resto de tecnologías han sido nulas o poco significativas. Es un descenso de solo un 0,6%, pero un descenso al fin y al cabo.
Baja la producción renovable...
2017 no ha sido un buen año para la generación renovable en nuestro país. Las renovables han registrado el peor dato de los últimos cinco años, reduciendo su cuota en la generación eléctrica hasta el 33,3%, frente al 40,8% en 2016. El principal motivo ha sido la sequía, que ha hecho que la aportación hidráulica se reduzca a menos de la mitad, pasando de 14,2% en 2016 a un 7% este año.Y claro, cuando la aportación hidráulica disminuye y no se instalan más renovables, solo hay una forma de sustituir esa electricidad y no es otra que con combustibles fósiles. En este caso, los ciclos combinados de gas y el carbón han sido los encargados de ocupar el hueco dejado por la hidráulica, con un 17,0% de generación en el caso del carbón (frente al 13,9% de 2016) y un 13,9% de generación para los ciclos combinados (frente al 10,2% de 2016).
En cuanto a las tecnologías que más han producido, la nuclear se sitúa nuevamente en primer lugar con una aportación del 21,5%, seguida de la eólica con el 18,2%. La solar, por tu parte, ha contribuido con un 5,2% (3,1 para la fotovoltaica y 2,1 para la termosolar). Asimismo, cabe destacar que el 3,6% de la demanda se ha cubierto con energía importada de otros países, una cifra para nada despreciable (de hecho supera la generación fotovoltaica).
Como curiosidad podemos destacar que la eólica llegó a cubrir el 60,7% de la demanda en un momento puntual (28 de febrero a las 3.45 h).
...y aumentan las emisiones
La consecuencia más directa del aumento de la generación mediante combustibles fósiles no es otra que el aumento de las emisiones de CO. 2017 ha sido el segundo peor año desde 2013 con nada menos que 74,8 millones de toneladas de CO2 emitidas, solo superado por las 77,8 de 2015. El peor mes fue noviembre, cuando se emitieron 8 millones de toneladas y los mejores fueron marzo y abril, cuando apenas se llegaron a los 4 según datos del consultor Francisco Valverde.La fuente de generación responsable de emitir prácticamente el 60% del CO2 es el carbón. Una tecnología que emite a la atmósfera casi un kilogramo de este gas de efecto invernadero por cada kilovatio hora que produce. Una verdadera barbaridad.
Por su parte, los ciclos combinados han sido responsables del 16,8% de las emisiones. ¿A qué se debe esta diferencia de emisiones si la generación solo es un 3,1% superior en el caso del carbón? Pues a que el factor de emisiones de los ciclos combinados es de unos 430-450 gramos de CO2 por cada kilovatio hora. Una diferencia para nada desdeñable.
Conclusiones
No sé puede decir que 2017 haya sido un año positivo para las energías renovables. Al 7,5% de reducción renovable hay que sumarle el aumento de las emisiones de CO2. El carbón siguen teniendo un peso importante en nuestro sistema eléctrico. Un protagonismo que esperemos pueda disminuir en los próximos años gracias a los 8.000 megavatios de eólica y solar que deberían instalarse antes de 2020.Fuente | REE
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