Una buena parte de la industria de la energía tienes muchas esperanzas puesta es el hidrógeno como vector energético del futuro. El hidrógeno podría llegar a ser algo así como el combustible del futuro, reemplazando a los combustibles fósiles en multitud de aplicaciones. Uno de ellos sería claramente su uso en el transporte a través de la pilas de combustible de hidrógeno. Una forma de movilidad en la que están investigando empresas como Toyota, Honda y Hyundai. Por el momento, los coches que utilizan hidrógeno como fuente de energía todavía están en una fase más bien experimental, con tiradas comerciales de pocas unidades.
Sin embargo, el hidrógeno también tiene otras aplicaciones que ya se están empezando a implantar. En una de ellas nos llega desde el Reino Unido, donde se están preparando para inyectar hidrógeno en las redes de distribución de gas natural. Básicamente, se trata de mezclar el hidrógeno con el gas natural que lleva más de 50 años llegando a nuestras viviendas y utilizando las misma infraestructura.
En cuestión de semanas, un consorcio de operadores de redes y expertos comenzará el trabajo de seguridad en 130 hogares y negocios antes comenzar a inyectar el hidrógeno en estas redes. Lo cierto es que los objetivos son muy ambiciosos, con intenciones de llegar a una penetración del hidrógeno en la red de gas de hasta el 20%.
Por supuesto, si el objetivo es reducir emisiones de CO2 ese hidrógeno debe ser siempre generado a partir de fuentes de generación renovable. De otro modo no tendría sentido utilizar un hidrógeno procedente del gas natural para mezclarlo de nuevo con gas natural.
Llevar este proyecto a todo el Reino Unido podría ahorrar 6 millones de toneladas de CO2 cada año, el equivalente a retirar 2,5 millones de automóviles de las carretera.
Al parecer, las inversiones a realizar en infraestructura no son muy altas. Según KPMG la molestia para los clientes es pequeña porque muy pocos aparatos necesitarían ser reemplazados. Además, La red de gas existente solo necesitaría mejoras menores porque originalmente se diseñó para el transporte de hidrógeno, antes de que los yacimientos del Mar del Norte inundasen el mercado de gas natural barato .
El ambicioso proyecto, que cuenta con el respaldo de fondos de innovación respaldados por el gobierno, comenzará oficialmente el próximo mes.
Fuente | Telegraph
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