Hace algún tiempo recorrió Internet la noticia de que Las Vegas era una ciudad 100% renovable. Lo cierto es que fue una noticia publicada en muchos medios de comunicación, pero se trataba de una verdad a medias.
A pesar de que la noticia se expandió como la pólvora gracias a un titular con mucho tirón, la realidad era otra. Y es que la ciudad no era completamente 100% renovable, sino que se hablaba de las infraestructuras públicas y hasta 140 edificios del gobierno. Por lo tanto, aunque nos gustaría decir lo contrario, no se puede decir que Las Vegas sea 100% renovable.
Sea como fuere, no se puede negar la apuesta de la ciudad por las energías renovables. Un claro ejemplo es el reciente acuerdo entre la empresa italiana Enel Green Power y Wynn Las Vegas Resort. Un acuerdo mediante el cual la eléctrica se compromete a suministrar electricidad de origen renovable generada un parque solar ubicado en Nevada. La instalación, que está actualmente en construcción, tendrá una potencia de 27 megavatios y se pondrá en marcha en la primera mitad de 2018. Se espera que la energía generada ascienda a más de 43.900 MWh al año.
Sin embargo, resulta algo contraproducente que una ciudad como Las Vegas presuma de su apuesta por las energías renovables. El consumo de electricidad que los casinos y hoteles de la ciudad necesitan para desarrollar sus negocios (grandes carteles exteriores luminosos, las salas de juego y máquinas tragaperra) es realmente grande.
Con la llegada de las nuevas tecnologías y el desarrollo masivo de Internet Las Vegas se enfrenta a un futuro donde sus instalaciones y casinos ya no sean imprescindibles. Un futuro en el que quizá vea su consumo de energía reducido de forma obligatoria.
Gracias a portales online como los que se encuentran listados en www.casinos.com.es, es posible disfrutar de las partidas y optar a grandes premios sin moverte de tu casa. Al mismo tiempo, se evita la necesidad de realizar desplazamientos hasta los lugares de juego, evitando también el gasto de energía y las emisiones de CO2 asociadas. Además, de cara a un futuro la necesidad de construir nuevos casino irá reduciéndose e incluso es probable que algunos acaben cerrando, por lo que el ahorro energético sería aún mayor, más aún cuando tenemos en cuenta que el consumo energético de estos edificios no es precisamente pequeño como hemos mencionado anteriormente.
Sin duda se trata de una amenaza para uno de los principales focos económicos de la ciudad, que puede ver como el despilfarro energético actual se ve limitado por la llegada de los portales online del juego.
¿Veremos un futuro dónde la cantidad de casinos físicos en Las Vegas disminuirá? Eso solo el tiempo lo dirá.
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