Poco a poco estamos viendo como las energías renovables comienzan a instalarse junto a otras tecnologías que mejoran sus puntos débiles. Realizando combinaciones de energía solar, energía eólica y sistemas del almacenamiento se puede conseguir una generación eléctrica más lineal y con menos dependencia de las condiciones climatológicas.
En el caso del almacenamiento, las baterías usadas de coches eléctricos se están posicionando como una de las grandes opciones de cara futuro para trabajar como respaldo de las energías renovables. Eso mismo es lo que ha pensado la empresa Vattenfall, que ha puesto en marcha una instalación de baterías destinadas a servir como apoyo en el parque eólico de Pen y Cymoedd, en Gales. Una instalación que se compone un grupo de baterías procedentes del BMW i3, y que ahora han encontrado una nueva vida almacenando los excedentes de los aerogeneradores.
En total son 500 baterías de 33 kWh cada una. Gracias a este grupo de baterías, que sumarán una capacidad de 1.6 MWh, que le ofrecen una potencia de 22 MW, el operador podrá proporcionar estabilidad a la red cuando la producción de electricidad desde el grupo de aerogeneradores baje su ritmo.
Según Gunnar Groebler, Vicepresidente y Director de Negocios Eólicos en Vattenfall: “Este proyecto de almacenamiento en baterías proporcionará una idea de cómo se verá el mundo de la energía digitalizada e inteligente del futuro. También es otro elemento básico en nuestra búsqueda por liberarnos de los combustibles fósiles en la generación de electricidad“.
Estas centrales híbridas con generación renovable desempeñarán un papel importante en el sistema energético en el futuro, y son cada vez más las empresas que se han lanzado a comenzar unas primeras instalaciones que sirven de proyecto piloto para mostrar el potencial del uso de baterías para estabilizar la red, y con ello sacar el mayor partido posible a fuentes intermitentes como la eólica o la fotovoltaica.
Debido a la juventud de las baterías del BMW i3 de 33 kWh parece difícil que en este caso se traten de baterías reutilizadas, pero lo normal es que se utilicen baterías que después de unos años ofreciendo su servicio en los coches eléctricos han perdido un porcentaje de su capacidad. Esto hace que dejen de ser idóneas para usar en un vehículo, pero mantienen intactas sus posibilidades en aplicaciones como el almacenamiento estacionario.
Fuente | Vattenfall
Relacionadas:
En el caso del almacenamiento, las baterías usadas de coches eléctricos se están posicionando como una de las grandes opciones de cara futuro para trabajar como respaldo de las energías renovables. Eso mismo es lo que ha pensado la empresa Vattenfall, que ha puesto en marcha una instalación de baterías destinadas a servir como apoyo en el parque eólico de Pen y Cymoedd, en Gales. Una instalación que se compone un grupo de baterías procedentes del BMW i3, y que ahora han encontrado una nueva vida almacenando los excedentes de los aerogeneradores.
En total son 500 baterías de 33 kWh cada una. Gracias a este grupo de baterías, que sumarán una capacidad de 1.6 MWh, que le ofrecen una potencia de 22 MW, el operador podrá proporcionar estabilidad a la red cuando la producción de electricidad desde el grupo de aerogeneradores baje su ritmo.
Según Gunnar Groebler, Vicepresidente y Director de Negocios Eólicos en Vattenfall: “Este proyecto de almacenamiento en baterías proporcionará una idea de cómo se verá el mundo de la energía digitalizada e inteligente del futuro. También es otro elemento básico en nuestra búsqueda por liberarnos de los combustibles fósiles en la generación de electricidad“.
Estas centrales híbridas con generación renovable desempeñarán un papel importante en el sistema energético en el futuro, y son cada vez más las empresas que se han lanzado a comenzar unas primeras instalaciones que sirven de proyecto piloto para mostrar el potencial del uso de baterías para estabilizar la red, y con ello sacar el mayor partido posible a fuentes intermitentes como la eólica o la fotovoltaica.
Debido a la juventud de las baterías del BMW i3 de 33 kWh parece difícil que en este caso se traten de baterías reutilizadas, pero lo normal es que se utilicen baterías que después de unos años ofreciendo su servicio en los coches eléctricos han perdido un porcentaje de su capacidad. Esto hace que dejen de ser idóneas para usar en un vehículo, pero mantienen intactas sus posibilidades en aplicaciones como el almacenamiento estacionario.
Fuente | Vattenfall
Relacionadas:
COMMENTS